N.13 NAHALAL CIUDADES IMAGINADAS, CIUDADES REALIZADAS. Desde Al Rawda a la Estación Espacial Internacional.
Los horrores de la primera guerra mundial fueron devastadores para la población, millones de muertos y una devastación general, hambre y frio en toda Europa. La guerra de trincheras aniquiló y destruyó millones de vidas, el gas mostaza no fue menos mortal, sin embargo con el fin de la guerra hubo un floreciente periodo de paz y reactivación económica enmarcado en los años 20s.
En este ámbito las comunidades judías de Europa deseaban no solo huir de la devastación sino además escapar del sectarismo que los proponía como los culpables de la guerra y en general todo tipo de racismo, y segregación de que eran objeto en ciertas ocasiones, así pues, con el propósito de retornar al lugar de origen de su pueblo cerca de Jerusalén, la ciudad más sagrada de las tres religiones occidentales, el judaísmo, el cristianismo y el islam, se decide generar comunidades que re colonicen la tierra para fundar el estado de Israel, aunque los judíos retornaron individuamente en peregrinaciones a lo largo de la historia. Pero en la segunda década del siglo XX se concretan los esfuerzos para formar colonias permanentes, y desde entonces se ha dado un conflicto más duro entre palestinos e israelíes
En los años 1920, la asociación sionista, American Zion Commonwealth, compró tierras en el valle de Izreel e implantó la moderna ciudad de Afula. La ciudad principal hasta entonces era Zerin. El 11 de septiembre de 1921 la Organización Sionista Mundial celebró el establecimiento de Nahalal, la primera moshav, o aldea colectiva, en el «emek», en el valle de Izreel.
Los fundadores se habían desplazado a Palestina desde Europa oriental durante lo que se conoció como Segunda y Tercera Aliyá entre 1904 y 1914. Después de trabajar en granjas cooperativas durante una década, estos colonos habían adquirido la experiencia necesaria como agricultores, sin embargo no les convencían los modelos de vida comunitaria que habían hallado, por lo que resolvieron establecer el nuevo sitio según un nuevo modelo que sería conocido como moshav.
Nahalal, se estableció en tierras cedidas por el Jewish National Fund. En un principio se ubicaron en una colina cercana a Ma’alul. En aquel momento la zona se encontraba en un estado desolador. Los manantiales y riachuelos no tenían un buen sistema de drenajes por lo que el agua se acumulaba creando ciénagas y charcos, donde era frecuente la incubación del mosquito Anofeles, portador de la malaria.
Antes de edificar Nahalal los colonos ayudados por trabajadores judíos debieron desecar el terreno para transformar tierras incultas en campos de cultivo. Dicha comunidad de colonos tendría más suerte que las dos anteriores, que lo habían pretendido anteriormente sin éxito, pues lograron hacer habitable el entorno, siendo punto de partida para experimentos similares.
Cuando el terreno estaba adecuado se desgajó para su reparto y urbanización. La geometría escogida fue imaginada por el arquitecto Richard Kauffman y se planteó como modelo para otros moshav que se implantaron hasta 1948. La estructura en círculos concéntricos por un lado se presumía como una conveniente solución a las necesidades de seguridad, eficiencia y planificación. Además ejemplificaba un compromiso con los valores igualitarios, ya que todas se localizaban a la misma distancia del foco central en donde se concentraban los servicios.
Una vía circular perimetral rodea el centro, donde se localizan edificios públicos, tales como escuelas, guarderías, edificios culturales, administrativos, economatos, almacenes, una sinagoga, la piscina, la biblioteca, tiendas y pequeñas factorías de alimentos.
Las casas de familia que no se consagraban a faenas del agro están emplazadas en el anillo central que rodea el centro. Las granjas ocupan el siguiente anillo en donde se asientan los jardines y campos. El área se divide en 80 partes iguales, 75 para los miembros del moshav y 5 para la escuela de agricultura. Emplazadas a la entrada de cada una de estas 75 granjas se encuentra la casa familiar de la granja, consecutivamente de la cual se encuentran los diversos edificios dedicados al agro y al final del terreno se ubican las tierras de cultivo.
A partir de los 70s Nahalal como el resto de los moshav y kibutz intentó apartarse de sus ideales colectivistas. En el caso de muchos kibutz sus habitantes comenzaron a tener vidas más privadas, los hijos fueron criados en la familia de nuevo y no en las guarderías. En esta década se empezó a depender cada vez más de empleados foráneos al moshav, muchos de ellos de origen árabe.
El inicio de la década de los 80s fue duro para los moshav, que pasaron por dificultades financieras, a causa de la hiperinflación que sufrió Israel y el inconveniente que presumía mantener a todos los hijos que preferían subsistir en la comunidad.
Para finales de los 80 cada vez más habitantes obtenían empleos en otros sectores diferentes al de la agricultura, externamente de sus comunidades, con lo cual se daba un alejamiento del ideal de auto-empleo. En cierta forma los moshav semejaban pueblos dormitorio en los cuales los habitantes debían desplazarse diariamente para trabajar.
Hoy en día Nahalal cuenta con aproximadamente 730 residentes, 350 de los cuales son granjeros, mientras que 165 se dedican a otras acciones. A partir de 1991 el cooperativismo se ha ido diluyendo. Se han perdido las responsabilidades y garantías mutuas entre los miembros de la colectividad, cada miembro debe obtener crédito individualmente. Los miembros por separado son los únicos responsables de los aspectos financieros de sus granjas y de mantener a sus familias. La cooperativa tampoco se encarga ya, de comercializar los productos, cada granjero lo hace separadamente.[1]
Como hemos visto, la forma urbana no es garantía de la preservación de los valores urbanos que la fundan, y la misma arquitectura suele usarse de modo diferente al del plan matriz, lo interesante es cómo cambian las dinámicas de la sociedad, es una lástima la pérdida de valores comunitarios, sin embargo aquel individualismo es resultado del capitalismo salvaje que predomina en el mundo.
Nahalal es un experimento que de nuevo es un producto de la colonización del territorio, surge de una guerra y el plan urbanístico no se rompe sino que se desdibuja el plan social desde adentro y la comunidad se transforma en individuos tratando de sobrevivir aisladamente, pero sobrevive la forma urbana del asentamiento.
Sin embargo en este centro agrícola podemos encontrar varias características interesantes, la geometría de la elipse está muy bien trazada, sin embargo las vías que se cruzan en el interior no se resuelven muy bien, luciendo indefinidas, y al exterior el orden explota como en una galaxia de edificios orbitando.
Sin embargo la forma genera un núcleo que se asemeja a una célula de una forma impresionante, con lo cual la vida urbana se da alrededor de la vía, aparece un espacio vacío sobre un costado al interior de la elipse, y un edificio tal vez de carácter sagrado se ubica casi en el centro dentro de un bosquecillo.
La región se asemeja a una colcha de retazos, y se destaca la geometría perfecta de la elipse en el contexto, pues los otros asentamientos aunque semejantes en carácter y propósito se acomodan al terreno o son más espontáneos. Por ello es posible decir que se destaca dentro del racimo topológico o de lugares por su forma y por su carácter de figura o peso visual, que lo destacan sin duda como ciudad de colonización agrícola y como bastión de la sociedad judía.
De estos experimentos que quisiéramos llamar pre lunares, porque en cierta forma son asentamientos que van a definir las células mínimas de lo urbano con que van a comenzar a identificarse los asentamientos de ciencia ficción con los cuales se pretende colonizar el espacio y la luna y que van definir la trama de todas las novelas de ciencia ficción con que se va a poblar la pantalla de cine cuando narre historias de cómo la tierra se ha transformado en un mundo poblado por sobrevivientes que construyen nuevas ciudades.
Mientras que en Chile por ejemplo se hicieron a lo largo del siglo XX múltiples ciudades, más bien campamentos permanentes para la explotación del cobre, sin embargo no eran autosuficientes, los, ejemplos son muy interesantes porque recuerdan en la mayoría de los casos la ciudad de Hipodamo con sus manzanas rectangulares y otras cuadras alineadas y agrupadas, pero nunca dispuestas como Nahalal excepto en el campamento minero de el salvador.
Toda esta sucesión de campamentos mineros van a dar asiento a múltiples centros urbanos mínimos donde los trabajadores pasan largas temporadas, pues las minas se localizan lejos de las ciudades tradicionales, no es posible llamar a esto ciudad, porque definitivamente carece de la complejidad que se ha querido dar tradicionalmente a lo urbano, pero como lo hemos visto la cantidad de población no es condición para definir lo urbano, y definitivamente por menos se han desarrollado ciudades, o como o hemos visto en Pueblo Cauca Viejo hay allí una eclosión del germen urbano.
Todas estas experiencias de la primera mitad del siglo XX van a desencadenar los CIAM, Congreso Internacional De Arquitectura Moderna, fundados en 1928 y en los cuales se presentaron en 1942 textos tan influyentes como La Carta De Atenas donde se abordan los lineamientos del estilo internacional de la arquitectura moderna y que van a aplicarse en la fundación de Chandigard en la India.
Una de las oposiciones que más vamos a ver de ahora en adelante es la del uso de una geometría que se acomoda al terreno generando bloques de apartamentos y edificios que se giran según las cotas de nivel, frente a las fundaciones geométricas cuya forma define más un núcleo como un sólido regular. Con Nahalal terminamos el año 2010, deseamos desde la sala de redacción enviarles un mensaje de feliz navidad y feliz y prospero año nuevo, en este último semestre les hemos presentado nuestro blog con el ánimo de aprender nuevas cosas, y esperamos compartir nuevas experiencias en el año que pronto inicia, ya hemos visto muchas ciudades del pasado y en este año nuevo veremos las más centellantes urbes de la actualidad, con lo cual cerraríamos el ciclo de urbanismo de las ciudades panificadas y construidas por la voluntad humana.
Mauricio Uribe, Editor
Nota crítica
“L’ Atelier 47” + Urbanitas® + CUPULA & Partners a-h
Toda planificación humana es desbordada por la naturaleza, toda previsión es superada por los ciclos climáticos y geológicos, toda medida de aseguramiento es rebasada por las pestes, los debacles de la economía y la guerra, toda racionalización del territorio es reducida por la realidad, nada que hagamos puede detener los ciclos de la naturaleza, los terremotos, los volcanes, los deslizamientos de todo tipo, cambios en las tendencias del clima, sin embargo podemos apenas atenuar las consecuencias atendiendo las causas.
En los últimos meses Colombia Y Venezuela se han visto afectadas por el frente climático denominado la niña, el cual trae consigo abundantes lluvias que han desbordado toda la capacidad del estado, al menos 80 municipios de Colombia se han visto afectados, más de dos millones de damnificados, miles de viviendas con agua hasta el techo, sino totalmente sumergidas, han dejado a muchísimas familias desplazadas por las lluvias, sin mencionar los cultivos destruidos y los animales que se han ahogado y ahora que parece que amainan las aguas se avecinan las plagas de mosquitos y aguas estancadas y contaminadas.
El drama humano, la condición de la persona, dejan un panorama ante el cual quedamos perplejos ya que como individuos poco o nada podemos hacer, sin embargo almas altruistas han organizado centros de recolección de ayudas, que al parecer efectivamente llegan a los afectados. Pero por qué sucedió esta catástrofe? en la cual los ríos simplemente se desbordaron, la gente dice -esto no había sucedido en toda mi vida-, pero los ciclos geológicos son fenómenos de larga duración comparados con el instante de nuestras vidas, por ello el río solamente reclamaba lo que es suyo, lo que le pertenece, sus llanuras de inundación, además la deforestación de las montañas en todo el país ha ido sedimentando los ríos ya que con las lluvias se erosionan las tierras altas y el curso natural de estos flujos esta en las quebradas y ríos que llegan al mar.
El deslizamiento de la Gabriela donde murieron al menos 90 personas se produjo al parecer por saturación de un sustrato artificial que colapsó desplazándose por la ladera y destruyendo sus viviendas, aplastando a estas humildes familias, por otra parte en el departamento de Santander dos poblaciones han debido ser abandonadas porque toda la ladera sobre la cual se han edificado se desliza a una velocidad increíble, que permite ver a los habitantes como su pueblo se transforma en lodo y escombros, por lo cual fue abandonado y con ello se han desplazado muchas familias que vivieron todas sus vidas allí y que nunca pensaron en algo así.
Y las carreteras no están menos estropeadas por el invierno, varias personas han muerto sepultados por deslizamientos de tierra principalmente en Antioquia donde un alud de tierra destruyó tres casas atrapó varios vehículos y sepultó al menos a 20 personas que se encontraban en la vía.
Por todas estas catástrofes se advierte un evento muy especial el cambio de políticas que piensan en ciudades nuevas planificadas, donde las políticas primero quieren hacerlo para conservar el poder sobre el territorio, mientras que la otra tendencia apunta a la formación de nuevos pueblos con los sobrevivientes y desplazados de las catástrofes naturales. El cual corresponde por ejemplo a que mientas el presidente Uribe fundó siente pueblos en la Sierra Nevada de Santa Marta para garantizar el control político y económico además de la fidelidad de las comunidades tradicionales, el recién posesionado presidente Santos dice que es inminente la reubicación o la fundación de nuevos pueblos porque los tradiciones se han construido en zonas que no son aptas para la permanencia humana.
Por todo esto pensamos en el cambio climático, fenómeno generado en parte por el consumo de energía que las ciudades devoran ya que las personas que habitamos estos entornos las que generamos el daño, pues generamos con nuestro consumo la deforestación para obtener madera y para el agro, sin mencionar la minería, además de otros fenómenos como la contaminación climática y el deshielo, seguidamente de la disminución de las variabilidad genética de las especies, fenómenos los cuales pueden causar otros desbordes de cualquier planeación urbano regional o nacional, e incluso global.
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