lunes, 13 de diciembre de 2010

N.11 CIUDADES COLONIALES EN AMERICA CIUDADES  IMAGINADAS, CIUDADES REALIZADAS. Desde Al Rawda  a la Estación Espacial Internacional.


En este recorrido por ciudades que fueron deseadas e imaginadas y que efectivamente llegaron a construirse y habitarse, hemos llegado al periodo más prolífico de fundaciones. Ateniéndonos a la guía que nos proporciona José Luis Romero en su Latinoamérica Las Ciudades y las Ideas, intentamos hacer una breve reseña de algunos aspectos de este proceso de generación urbana en el que se fundan y construyen numerosos asentamientos que llegan a convertirse en algunas de las ciudades más importantes del continente.

Sin embargo estas ciudades difieren de las que hemos visto hasta ahora, porque aunque se consolidan con un protocolo de planificación no aspiran a la unidad de una forma urbana definida como un conjunto, es decir que, se limitan a crecer dentro de una estructura de damero que se desparrama por el territorio, diferente a Grammichele donde la forma se agrupa para formar un sólido regular, cuya geometría es reconocible.


La muralla no aparece más que en las ciudades costeras, el carácter de las ciudades interandinas es menos definido por la forma que por la adaptación a la topografía, aunque la plaza central se llame plaza de armas. Ocurre que sin un borde tan claro como el que ofrece una muralla pronto al alejarse del centro fundacional, las ciudades americanas comienzan a tomar la forma del territorio y a confundirse con los ríos y curvas de nivel en las montañas, sin embargo cala hondamente en la cultura de las fundaciones americanas la idea del damero por lo cual hasta avanzado el siglo XX en ciudades como Medellín se insiste en acoplar una brusca pendiente de montaña con la disposición ortogonal del damero.

Este proceso de edificación urbana puede entenderse en términos de que Europa continúa expandiéndose y España requiere organizar sus dominios de ultra mar, no quiere ciudades desorganizadas y difíciles de controlar como en casa, busca administrar los recursos coloniales de forma eficiente así que en las Leyes de Indias traza las directrices de la planificación americana. En estas normativas se advierte las características que deben tener las formas urbanas, según el clima, la jerarquía social, y en general regulan cada aspecto de la construcción urbana, que se refleja en la posición social y del lugar que habitan  las clases de personas tan diferentes que van a poblar estas nuevas ciudades americanas.

Europa ha pasado por un proceso que ha permitido el asomo de las normas de los higienistas, quienes buscan introducir cambios estructurales como instalaciones sanitarias adecuadas a la cantidad de población, entre otras normas que permiten el mejoramiento de las condiciones de vida, Además la falta de planificación de las ciudades medievales y las continuas pestes previnieron a los planificadores en el Nuevo Mundo, por ello las ciudades de Latinoamérica son exaltadas por Le Corbusier cuando manifiesta que en América ya se anuncia un proyecto planificador.

En esencia hubo protocolos que los fundadores debieron cumplir a la hora de fundar nuevas poblaciones, eso permitió la introducción tan exitosa de las calles formando cuadriláteros, o formación en damero, también llamada parilla de san Lorenzo. Algunas de estas primeras ciudades no necesariamente se planificaban para un lugar especifico, más bien se súper ponía al paisaje una planta urbana que era prediseñada a modo de “planta tipo”, es el caso de Santa Fe de Bogotá, Caracas, y otras ciudades, y han sido tantas las fundaciones que se haría imposible nombrarlas a todas.

Una ciudad increíble es Trujillo en el Perú, la cual estuvo una vez rodeada de murallas, es por eso que cuando hoy observamos fotografías aéreas podemos ver una calle perimetral que forma un anillo. Sin embargo las calles están muy bien trazadas aunque no haya una ortogonalidad muy cuidadosa. Fundada en la costa peruana en 1535 con el diseño en cuadrícula típico de las fundaciones americanas, herencia que tomaron de las drasanes y estas a su vez de los castros romanos, tiene también la ciudad elementos renacentistas como su muralla ovalada, construida a fines del siglo XVII, para prevenir ataques piratas, y que luego fue demolida para permitir el acceso al centro.


Ahora bien de la misma forma en que el viejo mundo generó ciudades que luego con el tiempo se desfiguraron perdiéndose la forma de la idea original, así mismo en América ciudades coloniales más o menos bien concebidas se desbordaron, de esto es un ejemplo formidable el mismo Trujillo.


Estos experimentos de planificaciones darán cabida a la fundación y construcción de nuevos laboratorios sociales como la ciudad universitaria de La Plata en el siglo XX, y en general a multitud de nuevos experimentos urbanos porque a diferencia del viejo mundo América aún presenta territorios donde la urbanización es una posibilidad, los territorios selváticos alejados por enormes obstáculos, los territorios montañosos, la costas y en general todo lugar en el que sea posible generar una nueva ciudad.

Particularmente en el contexto colombiano se puede hablar de un proceso de nuevas fundaciones que continua la experiencia de ciclos fundacionales, iniciada por españoles y seguida de experimentos mas locales como la colonización cafetera aunque con otras perspectivas económicas sustentadas por ejemplo en el turismo, como el experimento en la urbanización Cauca Viejo construido a partir de 1997. Siendo solamente en parte una expresión tardía de un fenómeno que viene desde hace mucho.


El estudio de las fundaciones americanas, de las leyes de indias y de las ciudades que se imaginaron y llevaron a la realidad con todas sus consecuencias humanas puede servirnos para planificar el futuro del continente y decidir dónde ubicar nuevos asentamientos causando el menor impacto sobre el ecosistema.

Mauricio Uribe. Editor.






















Nota crítica
L’ Atelier 47” + Urbanitas®+ CUPULA & Partners a-f

Amigos, la semana pasada estábamos corriendo presentando un proyecto de arquitectura para unas casas en los arboles, tema de un parque cultural que se propone edificar el municipio de Medellín en el sector de la Frontera por ello nos fue imposible acudir a la cita que nos hemos propuesto para reflexionar siempre sobre estos temas del urbanismo y la arquitectura.

Así que esta vez solo conversaremos sobre algunas cosas propias de la vida del arquitecto. Cuando entramos a estudiar arquitectura, en el primer semestre se nos denomina Primiparotecus Robustus, claro ya cambiará rápidamente cuando en tercer semestre nos transformamos en terceriparotecus trasnochadus, y luego si somos capaces con esta carga seremos en quinto semestre quintopitecus nicotinicus, en séptimo semestre nos transformamos en Septimoparotecus cafeinicus, y en decimo semestre nos transformamos en arquitectus desempleadus.

Porque la arquitectura tiene momentos en que la vida se transforma en un carrusel sin freno, conceptos, planos y maquetas nos subsumen en la aventura de crear un objeto habitable, que cumpla con los estándares de la función y del gusto, pues un edificio es un mundo que hay que resolver todo, instalaciones eléctricas e hidrosanitarias, aires acondicionados, y demás venas y arterias de esa operación que es la creación de un ser arquitectónico.

Por ello el arquitecto disfruta los viajes, disfruta los paseos a ciudades nuevas o a pueblos viejos, donde puede liberarse de la responsabilidad de uno u otro proyecto, pero al ser la fuente de sustento el retorno a la dura labor del frenesí arquitectónico nos lleva en la ruleta de la vida. Correr para buscar un ingeniero que rápidamente calcule un presupuesto y que sea real, un aproximado que sea acorde con la realidad, para que luego no haya problemas de dinero.

Buscar permisos, hacer llamadas cotizar servicios y materiales, tener en cuenta la poesía del objeto que construimos, para que no sea un cuerpo que se niegue al entorno, ser modernos y estar a la vanguardia de la moda y del lenguaje, ser el mejor de los gerentes, saber de gestión y tener los contactos adecuados, en las esferas correctas para agilizar los permisos facilitar la logística y efectivamente citar a los obreros de la construcción para edificar siempre un nuevo mundo.

 Proyecto en ejecución que no puede retrasarse en su edificación, por que el tiempo desafortunadamente se ha vuelto dinero. Y final mente un día se entregan las llaves de aquello que entonces tomara vida propia , la vida del edificio habitado, ese carácter que le impondrá los habitantes de ese lugar hogar, en el que se da sin más lo cotidiano.

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